La reconstrucción ungueal es una técnica cada vez más habitual en las consultas de podología, especialmente útil para mejorar tanto la función como la estética de las uñas dañadas. Aunque puede sonar a tratamiento meramente estético, en realidad tiene una fuerte base clínica y aporta beneficios relevantes para la salud del pie.
¿En qué consiste la reconstrucción ungueal?
La reconstrucción ungueal es un procedimiento totalmente indoloro mediante el que el podólogo reconstituye total o parcialmente la lámina ungueal, conocida familiarmente como uña. Para ello, el podólogo utiliza materiales específicos de uso sanitario, como resinas fotopolimerizables o geles especiales. Estos productos están diseñados para adherirse de forma segura al lecho ungueal sin dañar el tejido ni interferir con el crecimiento natural de la uña.
No se trata de colocar una “uña postiza” como harían en un salón de estética de uñas, sino que se trata de restaurar la morfología ungueal con fines terapéuticos, protectores y, a la postre, también estéticos.

¿Cuándo está indicada la reconstrucción ungueal?
La reconstrucción ungueal por el podólogo está especialmente indicada en casos como:
- Uñas parcialmente desprendidas o rotas tras un traumatismo.
- Onicodistrofias (alteraciones en la forma, color y/o grosor) secundarias a daños en la matriz.
- Uñas con crecimiento anómalo tras intervenciones quirúrgicas.
- Alteraciones ungueales asociadas a patologías como la onicogrifosis (uña engrosada y curvada) o la onicosquizia (uñas frágiles y laminadas).
- Pacientes con ausencia parcial de uña por causas congénitas o adquiridas.
- Como parte de tratamientos preventivos para evitar retracción en el pulpejo y guiar el crecimiento de la uña de forma correcta evitando así la onicocriptosis (uña encarnada).
Beneficios del tratamiento para reconstruir la uña
Además del evidente beneficio estético, especialmente en los meses de verano o en personas que usan calzado abierto, la reconstrucción ungueal cumple funciones importantes:
- Protege el lecho ungueal de agresiones externas (presión del calzado, golpes, humedad).
- Mejora la biomecánica del dedo, favoreciendo el reparto de cargas durante la marcha.
- Evita hiperqueratosis y lesiones dérmicas que pueden surgir por la falta de una uña funcional.
- Facilita el crecimiento adecuado de la nueva uña al guiar su dirección.
- Protege la falange distal (recodemos que la principal función de la uña es la de proteger el hueso).

¿Es la reconstrucción ungueal un tratamiento definitivo?
No. La reconstrucción ungueal es temporal y debe ser revisada y, si es necesario, retirada o renovada periódicamente por el podólogo para evitar infecciones micóticas y/o bacterianas. La duración media de una reconstrucción depende del ritmo de crecimiento de la uña y del estado general del paciente, pero suele mantenerse entre 4 y 8 semanas.
¿Quién puede realizar una reconstrucción de la uña?
Este procedimiento debe ser realizado exclusivamente por un podólogo cualificado, como clínica podológica Podozone en Málaga, ya que requiere conocimientos específicos sobre la anatomía y patología ungueal, así como el uso de materiales previamente esterilizados que deben estar debidamente certificados para uso clínico.
La reconstrucción ungueal es un claro ejemplo de cómo la podología combina ciencia, técnica y estética en beneficio de la salud del paciente. Si tienes una uña dañada, consultar con tu podólogo puede ayudarte no solo a mejorar el aspecto de tu pie, sino también a prevenir complicaciones y mejorar tu calidad de vida.

Rosa García García-Férriz
Podóloga en clínica podológica Podozone (Málaga)
Colegiada nº 631
Colegio de Podólogos de Andalucía
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